jueves, 26 de abril de 2012

Arco-iris en tus ojos




Veo arco-iris en tus ojos llenos de vida,
y alegría, paz, delirio e insinuación cada vez que con ellos me miras.
Veo pájaros en tus manos de nido
¡Oh, que nunca digan que nuestro amor es manido!
Veo montañas rusas y parques de atracciones en tu cintura
esa que cada noche me embriaga hasta la locura.
Y en tu pelo, donde revuelvo mi maraña de desenfreno
podría formar mi hogar y gritarte que eres mi droga, mi veneno.
Veo lirios, y acordes, y laúdes en tu bella y sabrosa boca
¡Sí, quiero clamar al cielo que me vuelves loca!



viernes, 20 de abril de 2012

¡Amor armonioso!





La elegancia de tu mirada
me trasporta a mundos de alegría
que florecen al paso de tus ojos.
¡El amor todo lo puede!
Puede con el llanto y con el dolor
de saberte perdido y recuperado,
¡oh, amor de mis entrañas!
¡Amor que fue feliz tan sólo un momento!
Mientras las dulces olas rompían al alba.
¡Eres aire, eres candor!
La quietud de mis palabras,
la esencia de despertares
armoniosos entre tus pétalos
de sensualidad infinitiva.

martes, 10 de abril de 2012

Poder del amor



¡Has vuelto a mis brazos, amor!
Oh, amor, divino en mi recuerdo,
amor que fue desgarro y agonía
con la niebla dolorosa de tu adiós.
¡Amor, amor que te alejaste,
ahora has retornado a mis cálidos y blancos brazos
en busca del hogar al que quisiste retornar!
Las estrellas relucen, cómplices y victoriosas.
Ahora me abrazas de nuevo
y he despertado a tu lado.
¡¿Es acaso un sueño?!
¡¿Es la realidad?!
¡Es el triunfo del amor!
Mis sueños han dejado de ser pesadillas
y vuelve a brillar el sol en el rojo de mi corazón.
¡El amor gana todas las guerras!
En tu boca húmeda y cálida
reposa la pasión.
Nuestras sábanas
huelen hoy a fresas y terciopelo.

domingo, 8 de abril de 2012

Amor eterno



La sensación de tu ausencia
me está carcomiendo el alma,
¡oh, amor perdido!
Recuerdo tus manos, tus besos
y la suavidad de tu piel y mi piel
en las noches eternas de destellos.
¡Amor, amor de mi alma!
Amor cuya distancia me roe en las entrañas.
Mil pedazos de mi corazón
levitan en el olvido desierto
esperando la carta que nunca me mandarás.
¡Amor, amor que te has ido!
Oye ahora mi plegaria
que el viento mece impaciente
entre mi doloroso sentir.